lunes, 6 de abril de 2020



Aplicación de la Relajación Progresiva de Jacobson








Este método data del año 1929 y su creador fue Edmund Jacobson y sigue siendo una de las técnicas más utilizadas para reducir la ansiedad y el estrés en el mundo. La Relajación Progresiva de Jacobson se basa en el hecho que la respuesta de estrés genera una serie de pensamientos y comportamientos que provocan tensión muscular en la persona. Esta tensión aumenta la percepción subjetiva de ansiedad. La relajación progresiva reduce esta tensión muscular, y con esto la sensación de ansiedad. (Camón, 2007)
La Relajación Progresiva de Jacobson se centra en enseñar a la persona que lo practica a distinguir entre la sensación de tensión y distensión en 16 diferentes partes del cuerpo.

Indicaciones.
En cuanto a la postura a mantener durante la actividad, esta puede realizarse en tres posiciones distintas:
·         Sentado en una silla o sillón, con la cabeza apoyada, así como la espalda y los pies apoyados en el suelo. Los brazos están relajados sobre los muslos.
·         Tumbado sobre una superficie dura, para tener apoyado todo el cuerpo y la cabeza ligeramente elevada.
·         Postura del cochero, sentado en una silla, con el cuerpo inclinado hacia adelante, la cabeza apoyada en el pecho y los brazos sobre las piernas.

En un lugar cómodo, tranquilo y con escasa estimulación distractora.  Se introducen unas frases inductoras de calma como “Estás cómodo y relajado, puedes oír tu respiración, no se escuchan ruidos sólo el silencio...”. 
Se empieza a trabajar el primer grupo muscular.
1.    Dirige la atención al brazo derecho, a la mano derecha en particular, ciérrala, apriétala  con fuerza, y observa la tensión que se produce en la mano, y en el antebrazo (durante unos 5 a 8 segundos).
2.    Deja de hacer fuerza, relaja la mano y déjala descansar donde la tienes apoyada. Observa la diferencia que existe entre la tensión y la relajación (10-15 segundos).
3.    Cierra otra vez con fuerza el puño derecho y siente la tensión en la mano y el antebrazo, obsérvalo detenidamente (10-15 segundos).
4.    Y ahora afloja los músculos y deja de hacer fuerza permitiendo que los dedos se distiendan relajados. Nota una vez más la diferencia entre tensión muscular y relajación (10-15 segundos).
Y así sucesivamente con el resto de grupos musculares: manos, antebrazos, bíceps, hombros, frente, ojos, mandíbula, garganta, labios, cuello, nuca, espalda, pecho, abdomen, piernas (muslos y pantorrillas).
Las orientaciones de Psicóloga clínica Española Elisabet rodriguez Camón, señalan que se  debe practicar diariamente el tensar y después el relajar de los 16 grupos de músculos. Las dos primeras semanas. En la tercera semana, el tiempo para relajarse se reduce. Durante la cuarta semana, se aprende a relajarse directamente sin poner los músculos previamente en tensión. En la quinta y sexta semana se aprende a estar relajado mientras se hacen varias actividades sentado y también mientras se está de pie y en movimiento. Logrando practicar la relajación rápida muchas veces al día en situaciones no estresantes. La práctica mantenida en el tiempo va a permitir un mayor perfeccionamiento en su realización, de tal modo que este tipo de ejercicios se vayan interiorizando como un nuevo hábito diario.
Camón, 2007 describe la relajación como una técnica que ayuda a reducir o eliminar las tensiones cotidianas aumentando el bienestar, aportando al autoconocimiento, elevando el autoestima, mejorando el rendimiento en general del individuo. Ayuda también al afrontamiento de situaciones perturbadoras o conflictos determinados personales, fomentando  relaciones interpersonales más satisfactorias.

En sintonía con lo que pasa en varios países del mundo, desde hace unas semanas,  nos encontramos en una situación de aislamiento, debido al incremento de casos de coronavirus en el país y en el planeta. Fronteras cerradas, trabajos a distancia, cancelación de concurrencia a escuelas, museos, teatros, actividades deportivas, recitales, eventos sociales, plazas y hasta la cancelación de medios de transporte de larga distancia durante el fin de semana largo próximo, son algunos de los ejemplos del impacto del aislamiento necesario que debemos tomar para terminar con los contagios del nuevo virus surgido en China en diciembre de 2019 que causa la enfermedad COVID-19. Todas las medidas que pueden parecer drámáticas, intentan frenar la propagación del coronavirus. Así, las rutinas diarias se ven interrumpidas y el aumento del aislamiento social es una desafortunada realidad para millones de personas en todo el mundo que puede llevar desde la ansiedad hasta la paranoia.  (Ingrassia, 2020)
El encierro que ya viven miles de chilenos alrededor del país, por el bien común de combatir la pandemia del coronavirus, aflora emociones que puede que nunca hayamos sentido, creando un impacto psicológico negativo en algunas personas. La sobrepreocupación, el estrés, la ansiedad y la angustia, según los expertos, son sentimientos absolutamente normales a tener frente a situaciones anormales como la que estamos enfrentando. Sin embargo, como respuesta a estos, nuestro cuerpo puede generar taquicardia, insomnio, actitudes obsesivas y otras conductas que nos dañan. “Existe evidencia científica respecto de que los estados de encierro y cuarentena pueden provocar síntomas ansiosos, postraumáticos, paranoicos, obsesivos, además de confusión e irritabilidad”, sostiene Alberto Botto, doctor en psicoterapia del Departamento de Psiquiatría Oriente de la Universidad de Chile.
“Es normal frente a las crisis experimentar síntomas emocionales, alteraciones del sueño, apetito, sensación de confusión, miedo y tendencia al aislamiento. Es por esto que recomendamos acompañarse, buscar rutinas de respiración y relajación, leer y recordar que es normal sentir una respuesta emocional frente a situaciones de crisis”, concluye Constanza Caneo, siquiatra y académica de la Facultad de Medicina UC.  (Departamento de Psiquitriía y Salud Mental oriente., 2020)
Muchos de los problemas que afligen a las personas en situaciones de epidemias, tienen su origen en el miedo en sus múltiples expresiones. Estudios realizados han identificado que hasta más del 80% de las personas, en circunstancias de cercanía evidente al peligro, expresan manifestaciones sintomáticas de angustia e incluso pánico. (Unidad de Salud Mental y Uso de Sustancias, Organización Panamericana de la Salud, 2016)

“La cuarentena puede afectar no solo su rutina diaria, sino que también su salud mental”.
                                                 (El Mostrador, 2020)                                  












Referencias bibliográficas:
Camón, E. R. (Marzo de 2007). La Relajación Progresiva de Jacobson: uso, fases y efectos. Recuperado el 2020
Departamento de Psiquitriía y Salud Mental oriente. (Marzo de 2020). Cuarentena: Cómo manejar la ansiedad en el encierro. Santiago, Chile.
El Mostrador. (2020). Salud Mental en tiempos de Coronavirus: colegio de Psicología Español publica pautas para la Gestión Psicológica en cuarentena.
Ingrassia, V. (2020). Ansiedad en tiempos de coronavirus: cómo manejar una cuarentena sin enloquecernos. Infobae .
Unidad de Salud Mental y Uso de Sustancias, Organización Panamericana de la Salud. (2016). PROTECCIÓN DE LA SALUD MENTAL Y ATENCION PSICOSOCIAL EN SITUACIONES DE EPIDEMIAS. Recuperado el 24 de Marzo de 2020, de paho.org: https://www.paho.org/disasters/index.php?option=com_docman&view=download&category_slug=informes-tecnicos&alias=2539-proteccion-salud-mental-atencion-psicosocial-situaciones-epidemias-2016-539&Itemid=1179&lang=en




Habilidades para la vida I . 2017 Copyright. All rights reserved. Designed by Blogger Template | Free Blogger Templates