martes, 5 de mayo de 2020

Recomendaciones para docentes en tiempos de Teletrabajo.





Durante la situación actual, dada por la pandemia que afecta a nivel mundial a todos los sectores de desarrollo de los países afectados, los profesionales de las ciencias sociales nos hemos visto enfrentados a nuevos desafíos, desafíos para los cuales probablemente nos estamos preparando sobre la marcha, adecuando nuestra forma de trabajo, trasladándonos de forma súbita a un contacto social mediado por la tecnología. Situación que conlleva para todos nosotros nuevos agentes de estrés, asociados a una serie de obstáculos que nos podríamos encontrar en el camino, tales como, la dificultad para llegar de forma transversal a todos nuestros usuarios, en el caso de los docentes, a los padres, apoderados y alumnos, los cuales en innumerables ocasiones no cuentan con manejo tecnológico, con acceso a internet o con la preparación necesaria para transformarse en mediadores del conocimiento entre el profesor y el alumno, ello genera una escalada de factores que afectan la educación de nuestros niños y niñas aumentando los riesgos de desarrollar trastornos asociados a la salud mental, como trastornos de ansiedad, depresión, baja tolerancia a la frustración.
Por lo descrito en el párrafo anterior, como parte de los lineamientos del programa HPV1, esta actividad está enfocada en aportar desde nuestra visión profesional orientaciones para que el trabajo a distancia de los docentes reduzca los niveles de estrés tanto para ellos mismos como para sus usuarios.
Como se menciona anteriormente, el trabajo del docente con los padres y apoderados se podría ver obstaculizado por distintas variables, ya sea el manejo tecnológico, falta de conectividad, o simplemente mala disposición por parte del apoderado frente a las nuevas formas de trabajo. Por ello es importante:
1.- Tal y como se realiza en el aula de clases, que el docente establezca normas y limites tanto para los alumnos, como para los padres y apoderados, “un decálogo del buen trato y la buena convivencia”, con reglas simples que aludan principalmente al trato básico esperado por el docente desde los usuarios, con el fin de prevenir las faltas de respeto o de compromiso por los mismos, lo que deberá incluir sanciones coherentes en caso de faltas a las normas establecidas. Por ejemplo en el caso que algún apoderado falte el respeto a otro apoderado o al mismo docente, este último podría tomar la decisión de solicitar que otro adulto a cargo del niño sea el mediador del proceso de aprendizaje de su hijo, limitando el contacto con este apoderado en grupos de WhatsApp o video llamadas.

2.- Para un apoyo transversal el docente deberá abordar 3 puntos importantes:
·         Búsqueda de redes de apoyo: Es sabido que los docentes en muchas ocasiones, sino en todas, cumplen diferentes roles con sus alumnos, buscando siempre apoyarlos y entregando todo de sí, posicionándose en el rol de padre, madre, psicólogos, t. sociales. Es por ello que se vuelve primordial que el docente conozca sobre las redes de apoyo con las que cuenta, para poder acudir en determinados casos, red SENAME, programas de apoyo a la salud mental, tales como HPV 1 Y 2, PASMI (programa de apoyo a la salud mental infantil), I. Municipalidad, DAEM, etc. y averiguar si estas redes se encuentran activas durante la pandemia y de qué forma podemos contar con ellas. Con el fin de entregar soluciones, un apoyo rápido y efectivo, a los padres y apoderados o alumnos que se vean en dificultades.

·         Observar cuidadosamente los factores de riesgo que pudieran existir: Comprobar o consultar a menudo sobre la existencia de personas en los hogares con crisis de angustia grave, con necesidades básicas no cumplidas, por factores tales como la falta de empleo, enfermedad, etc. Con el fin de derivar el caso a alguna red competente, que pueda brindar apoyo.

·         Generar vinculo o conexión: Ligado al punto anterior es importante acercarse a las personas con dificultades, tranquilizarlas y ofrecerles ayuda a través de la derivación de su caso a una red competente en la necesidad que presente, proporcionando información que pueda ayudar a bajar los niveles de ansiedad y aumente la estabilidad en ellos, pensando en que ello es de vital importancia para un desarrollo adecuado de nuestros niños y niñas.
3.- A menudo los seres humanos, cometemos el error de fijarnos solo en los errores de las personas que nos rodean o con quienes trabajamos y nos olvidamos de incentivar a los demás a través del reconocimiento de las buenas acciones, por ello es importante, que los docentes reconozcan el esfuerzo que realizan los padres y apoderados, felicitándolos por el cumplimiento de compromisos, por el envío de una guía en el tiempo acordado, por ser respetuosos y responsables, de esta manera logramos que el apoderado tenga una visión distinta y más cercana del trabajo que realizamos.
4.- Círculos de apoyo: Como se mencionó al comienzo de esta actividad, la situación que vivimos actualmente es mundial, por lo que todo nuestro alrededor se ha visto afectado de una u otra forma por ello, es aquí donde radica la importancia de buscar ayuda y apoyo en nuestros pares, contactarse con otros docentes, compartir buenas prácticas y experiencias positivas, formando una red entre todos los actores de la educación con el fin de retroalimentarse constantemente y alivianar el trabajo y el estrés.  
5.- Establecer un horario de trabajo tal y como si no estuviéramos en aislamientos social, es una situación que ha aumentado los niveles de estrés, debido a que en muchos casos se contrapone con los quehaceres del hogar, el cuidado de los hijos y otras responsabilidades, por esta razón es importante considerar factores de riesgo que pudiesen aumentar aún más los niveles de estrés y ansiedad:
·         Trabajo durante la noche, perdiendo horas de sueño.
·         Falta de un espacio fijo para realizar los quehaceres laborales.
·         No contar con retroalimentación por parte de nuestros superiores.
·         Falta de evaluación de nuestro trabajo por parte de los usuarios.
·         Poca o baja comunicación con personas fuera de nuestro ámbito de trabajo, con las que podamos compartir nuestros temores, ansiedades, situaciones que nos preocupen o simplemente hablar de situaciones cotidianas.

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